1. El Fundamento:
La Técnica del Porter@ Modern@
En la escuela de tecnificación de porteros, unas de las primeras cosas que aprenderemos es que: La técnica lo es todo. Puedes ser el porter@ más fuerte y el más rápido, pero sin una técnica depurada, te costará ser consistente. Cada movimiento, cada parada y cada decisión deben estar respaldados por una base técnica muy sólida. Vamos a construirla paso a paso.
El Blocaje: La Seguridad en tus Manos
Un balón blocado es un balón muerto. Es la acción
más segura, ya que elimina cualquier posibilidad de un segundo remate. La clave
es la confianza y utilizar la técnica
correcta.
La técnica del "Triángulo" o "W":
Para balones
que vienen por el aire a la altura del pecho o la cara, la posición de las
manos es crucial. Junta los pulgares y los dedos índices formando una especie
de "W" o un triángulo detrás del balón. Esto te da una superficie
amplia y segura para amortiguar el impacto.
Embolsar el balón:
Un error muy común es intentar para el balón solo
con las manos. En ocasiones y dependiendo de cómo llegue el esférico a la portería, tu
cuerpo será tu mejor aliado. Ataca el
balón yendo hacia él y, justo al hacer contacto, llévalo hacia tu pecho
para "acunarlo" y asegurar que no se escape.
Balones rasos:
Para los tiros bajos, la técnica cambia. Una rodilla al suelo (la más
cercana al poste) para crear una barrera detrás de tus manos. El cuerpo siempre
debe estar detrás de la línea del balón.
Error común:
Esperar el
balón con los brazos rígidos. Solución: Ataca siempre el balón con los
brazos ligeramente flexionados, listo para amortiguar y llevarlo al pecho.
El Desvío y la Estirada: Cuando no Puedes Blocar
Está claro que hay muchos balones que no podremos
blocar. Aquí es donde una buena estirada y una buena técnica de desvío marcan
la diferencia entre un golazo y una paradón.
La "Mano Dura":
Al desviar, la muñeca debe estar firme y la mano
abierta. El objetivo no es parar el balón en seco, sino cambiar su trayectoria
fuera de la portería.
¿A dónde desviar?:
La regla de oro es lejos del peligro. Si
el balón va a un lado, desvíalo hacia la línea de banda. Si va por encima del
larguero, desvíalo a córner. El peligro es dejarlo muerto dentro del área.
Técnica de caída:
Para no lesionarte, aprende a caer. Después de
la estirada, aterriza con el costado (el lateral de tu pierna, cadera y
dorsal), nunca con las manos, los codos o las rodillas. El cuerpo debe rodar de
forma fluida y no impactar.
El Juego Aéreo: Domina tu Área Pequeña
Los centros al área son un examen constante para
el portero. Un guardameta sea de la categoría que sea, que domine los centros
que llegan al área, para luego ser rematados, transmite una seguridad enorme
a todo el equipo.
Toma de decisiones:
La pregunta clave es: ¿salgo o no salgo? Debes
decidir en una fracción de segundo si puedes llegar al balón antes que nadie y
con garantía de que puedes blocarlo o despegarlo a una zona segura. Ante la más mínima duda, es mejor quedarse en
la portería.
Comunicación:
Si ves que te vas a hacer con el esférico con claridad, para que tus defensas
no puedan perjudicarte grita "¡MÍA!" o "¡VOY!"
con mucha fuerza y decisión, tus defensas no actuaran y es un empuje psicológico
para los delanteros, ya que te verán con mucha seguridad.
El salto:
Al salir, salta con una rodilla elevada. Esto te protege de los choques
con otros jugadores y te da más impulso y equilibrio en el aire.
El Mano a Mano (1 vs 1): El Duelo Psicológico
Es el momento de máxima tensión: tú contra el delantero. Más que una prueba técnica, es una batalla mental.
Achicar el espacio: Sal de tu portería rápidamente para reducir el ángulo de tiro del delantero. Cuanto más cerca estés de él (sin pasarte), el jugador a chutar menos portería verá.
Achicar el espacio:
La postura de la "Cruz":
Mientras achicas, abre los brazos y las piernas para cubrir la mayor superficie posible, adoptando una postura similar a una "X". Esto te hace visualmente más grande e intimida al atacante
Aguanta hasta el final:
No te tires al suelo demasiado pronto. Obliga al
delantero a tomar esa decisión. Mantente de pie el mayor tiempo posible y
reacciona a su último toque o a su disparo.
El Juego con los Pies: El Portero como Jugador de Campo
En el fútbol moderno, un portero que no sabe
jugar con los pies es un portero incompleto. Ten en cuenta que muchas de las
estrategias de los entrenadores de futbol es que tu seas el inicio del ataque
de tu equipo.
Control y primer toque:
El balón siempre debe quedarse cerca de ti,
listo para ser jugado. Practica controles con el interior y el exterior del
pie.
Pases seguros:
Como se suele decir no te compliques la vida. La
primera opción siempre es un pase corto y seguro a tu defensor que se encuentre
más libre de marca.
Saque de puerta y desplazamientos en largo:
No se trata
solo de golpear fuerte, sino con precisión. Aprende a dirigir el balón hacia un
compañero/a o a una zona del campo donde tu equipo tenga ventaja.
(Próximamente, publicaremos una guía completa con
ejercicios específicos para mejorar tu juego de pies.)