Elvira Herzog: La Muralla Suiza que Rozó la Hazaña
Si Suiza mantuvo vivo el sueño de las semifinales
hasta el minuto 66, fue en gran parte gracias a la monumental actuación de
su portera, Elvira Herzog. La guardameta helvética ofreció una clase
magistral de resistencia, posicionamiento y fortaleza mental ante el asedio
constante de la Selección Española.
Desde el primer minuto, Herzog se erigió como la
líder de su defensa. Su comunicación y mando del área fueron fundamentales para
ordenar a un equipo que pasó la mayor parte del tiempo en bloque bajo. La
lectura de juego de la portera suiza fue impecable, blocando con
seguridad centros laterales y mostrándose siempre bien colocada ante los
disparos lejanos de España.
Su momento cumbre en la primera mitad llegó al detener un penalti a Mariona Caldentey. No fue una parada cualquiera; fue una demostración de agilidad felina y estudio del rival, adivinando la intención y lanzándose con una potencia increíble para desviar el balón. Esta parada clave no solo evitó un gol, sino que supuso una inyección de moral para su equipo y un golpe psicológico para España. Aunque no pudo detener el segundo penalti (lanzado por Alexia y que se fue fuera), su presencia ya había generado un aura de imbatibilidad en los once metros.
En la segunda parte, continuó su recital con paradas
de mérito, especialmente en varios mano a mano y remates a bocajarro. Los
dos goles de España, uno de ellos un disparo imparable a la escuadra, no
empañan en absoluto la que ha sido una de las mejores actuaciones individuales
de una portera en la Eurocopa 2025. Elvira Herzog demostró ser una guardameta
de élite, una auténtica pesadilla para las delanteras y un orgullo para la
comunidad de porteros y porteras.
Cata Coll: La Calma y el Buen Pie que Dan Sentido al Juego de España
Puede parecer que, en un partido de dominio
aplastante, la portera del equipo ganador tiene poco trabajo. Ese es un
error de análisis muy común. La actuación de Cata Coll fue tan
importante como la de su homóloga suiza, aunque en facetas diferentes del
juego. La portera de España fue la viva imagen de la seguridad y la
concentración, dos atributos indispensables para una guardameta de
un equipo grande.
Su principal virtud en este partido fue su
excelente juego de pies. Cata Coll no fue una mera espectadora;
fue la primera atacante de España. Con una calma asombrosa, se ofreció
constantemente como línea de pase para las centrales, ayudando a superar la
tímida presión de Suiza y siendo el punto de origen de muchas de las jugadas de
ataque de La Roja. Su precisión en el pase largo y su inteligencia para elegir
siempre la mejor opción son un activo incalculable y un ejemplo para cualquier portero
en formación que quiera dominar el juego moderno.
Aunque Suiza apenas la inquietó con disparos directos, su concentración fue máxima en las pocas llegadas del rival. Mostró una gran seguridad en el juego aéreo, saliendo con contundencia a blocar los escasos centros y córners. No cometer errores en 85 minutos de inactividad y aparecer con solvencia en el minuto 86 es, quizás, uno de los desafíos más difíciles a los que se enfrenta una portera y Cata Coll lo superó con una nota de sobresaliente.